Mi nombre es Sara Portillo y dicen que soy un poco rara🤭...
Rara porque siempre me he cuestionado todo lo que tiene que ver con la salud, en concreto con la salud de mi hijo y de su alimentación y he ido en muchas ocasiones contracorriente.
Ese inconformismo hizo que me formara en el mundo de la salud y de la nutrición durante más de 9 años y hoy ha dado su fruto en este proyecto con este nombre tan peculiar, donde acompaño a mamás (mujeres) como tú, que quieren dar un cambio en su alimentación familiar o personal.
Así que además de ser un poco rara, soy feliz si mi hijo desayuna un huevo, un buen filete o pulpo a la gallega en lugar de galletas de dinosaurios, soy Terapeuta Alimentaria.
Porque si de algo me han servido estos años de aprendizaje, es de saber que no sólo es muy importante comer lo que necesita nuestro cuerpo por pura biología para no enfermar, sino la manera en la que lo hacemos.
Y no sufras porque también entrará la comida basura en vuestras vidas, esto no va de ser estrictas, somos seres sociales y es inevitable, pero lo hará desde el conocimiento y el porque tu realmente así lo decides.
Así es que ya sabes, si un día te perdiste en esa vorágine de mundo loco y rápido en el que vivimos, como yo estuve a punto de hacerlo (mi historia personal aquí) , y quieres retomar el control y esa intuición que te dice que hay otra forma más acorde de alimentarnos, sin tanto conflicto, tanta culpa y tanta comida basura, estás en el lugar correcto…….., únete a mi club:
MAMÁ DEJA DE SUFRIR ALIMENTANDO A TUS HIJOS, TU MESA PUEDE SER UN LUGAR DE DISFRUTE Y ENTENDIMIENTO.
COMER SALUDABLE ES PERFECTAMENTE COMPATIBLE CON NUESTRA OCUPADA VIDA MODERNA.
PORQUE TÚ TE LO MERECES y TUS HIJOS TAMBIÉN.
Lo que dicen las mamás
a las que acompaño:
La mayor alegría fue darme cuenta de cómo todo lo que sucede en esta vida tiene una razón y en este caso, de ser consciente de como algo mío le estaba afectando a mi hijo y así, poder cambiarlo.
No tengas ninguna duda en empezar un proceso con Sara, pues es profesional, apasionada, ama lo que hace y hará lo que esté en su mano para ayudar a cualquiera en su búsqueda.
La vida de mi hijo sin duda mejoró porque se vio liberado y sanado de una carga que no le correspondía. Todos ganamos en paz y en tranquilidad.”
Mi vida ha mejorado en el sentido de que me siento acompañada y arropada por alguien que se que siempre va a estar ahí en el momento que yo lo necesite, y eso es importante. Aún no he terminado mi proceso con ella, pero las sesiones que hemos tenido me han dado herramientas para seguir también mi camino por mi cuenta.
Si estás dudando en tener sesiones con Sara te diría que adelante, merece la pena invertir en ella, no tienes nada que perder. Aborda las sesiones de una manera completamente sincera con mucho rigor científico y a la vez con mucha sinceridad con la persona, compartiendo procesos e interactuando de una manera que no condiciona nada. Lo ideal sería compartir con ella varias sesiones porque es un proceso, pero aun con solo una sesión siempre sacas algo de valor y algo positivo. Por probar no se pierde nada.”
Cambié mi forma de relacionarme con la comida, podía regularme y calmarme antes de comer, me desenganche de alimentos que tapaban otras cosas y pude darme cuenta de que no los necesitaba. Llegue a sentir la comida como una forma más de cuidado y de salud.
Pude conocerme un poco más y seguir en el autoconocimiento, liberarme de mucha culpa que sentía al tomar ciertos alimentos. Pude sentir momentos de autocuidado con la comida, de cuidarme a través de ella, de prepararme platos ricos, sentir que la comida sana y real está rica y poder disfrutar de la comida real.
Poder liberarme de patrones automáticos y tener más libertad de parar y elegir qué comer. Me dio alegría seguir destapando cosas emocionales que tapaba con la comida.
Hay tantos y tantos factores que tenemos ya adquiridos en torno a la comida y es tan vital para nosotros alimentarnos bien, a nivel físico, fisiológico y mental que es necesario el acompañamiento de un profesional. Sobre todo de un profesional con tanta empatía, con tanta sensibilidad y con tanto respeto. Desde la conexión, desde la presencia, siempre ahí, siempre atenta, estando desde ese lugar tan cercano y tan amable que lo recomiendo fervientemente.”